domingo, 11 de agosto de 2013

tercera llamada





Recuerdos bizarros recorren mi mente,
y el dolor es insoportable, los recuerdos;
el pasado me atormenta, quiero olvidar.

Tantos recuerdos, mi señor. Debo ser fuerte;
porque tenía que ser tan débil en el pasado,
porque los lirios no pueden permanecer blancos.

¿Porque, las cenizas siguen ahí?, el delirio.
La rabia enardece mi espíritu cada vez más,
no podía dejar de llorar, la humillación.

La ópera sin embargo debe continuar,
el gran salón y la bella orquesta a mis pies;
la reverencia y ovaciones mi olvidada patria.

Estoy de pie sobre el pedestal dorado,
enfrentándome al aria que me dio la fama,
y abajo un río de ardiente metal.

Frente a mí, las ovaciones de loe espectadores
quieren escucharme y sentir la lírica de mi voz,
y mi señor, está ahí para escucharme también.

Años sin pisar la arena del comienzo,
volveré con mi comienzo como Fausto,
Mefistófeles seré una vez más, mi señor.

Una sonrisa se dibuja en mi rostro,
estoy nervioso.  Odio el palacio de Garnier,
sin embargo. Mi deber quedarme y cantar.

El olor a rosas y los admiradores, todos por mi voz;
la noche me llama y el sueño debe encarnarse,
no soy malvado, ni soy bueno; es su voluntad.

Estoy en lo más alto, delirando y gozando.
Esta voz yo lidero este vals, que escribiste;
y esta vez, el telón baja despacio.

Haré lo mejor para no aburrir a nadie,
hasta el más frió corazón temblara.
Casi es hora, ¡rápido, cerrad las puertas!

Los cuerpos se contorsionan en una ronda,
con la luna alineada y la luz reflejada.
Es la hora acordada, perdónenme  todos.

En un rió carmesí, un lamento ahogado;
más dulce es la hoja de la espada,
y la nota tan alta y solemne.

No hay gritos, solo un testigo.
El no hablara, eso yo lo sé.
Lo mira todo desde el balcón.

Me mira con indiferencia,
pero aplaude a mis actos.
No te preocupes, te puedes ir.

Lo sé, quiere seguir viendo este espectáculo,
seguiré cantando caprichosamente piezas varias.
Pero me observas sin temor, que prodigio.

Créeme, entiendo esa mirada mi amigo.
¿Tome tu presa antes de tiempo, no?
pero la fortuna es la emperatriz del mundo.

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